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Competición robótica en Ibiza: FLL Eivissa

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Ibiza participó ayer por primera vez en la First Lego League, una competición internacional de robótica que combina pruebas técnicas y teóricas

Once equipos de jóvenes de 10 a 16 años participaron en las pruebas. MOISÉS COPA

Once equipos de jóvenes de 10 a 16 años, todos formados por escolares o integrantes de entidades juveniles, lucharon a lo largo de la mañana por cubrir con sus pequeños coches-robot, previamente programados, el circuito establecido. Los dos equipos ganadores viajarán a Barcelona para aspirar a la final nacional.

IBIZA | JOAN LLUÍS FERRER Aunque la palabra robótica evoca inmediatamente los androides que han popularizado las novelas de ciencia-ficción y las series de televisión, esta faceta de la tecnología empieza mucho más abajo, concretamente, en la construcción y programación de pequeños artefactos para que ejecuten por sí solos una serie de movimientos. En el caso de la competición celebrada ayer en el recinto ferial de sa Blanca Dona, se trataba de que esos robots -una especie de cochecitos llamados Lego Mindstorms- recorrieran autónomamente un circuito realizando una serie de cometidos, como ir recogiendo pequeños elementos, sortear obstáculos o pasar a través de un puente, todo ello en el menor tiempo posible.

La First Lego League, que así se denomina la competición, es un acontecimiento de envergadura, pues el acto de Ibiza formaba parte de una liga internacional que en estos meses se está desarrollando en 53 países del mundo y en varias ciudades españolas. Es la primera vez que Ibiza se suma a esta liga internacional, gracias al apoyo del Consell Insular.

Los participantes en el torneo son colegios y organizaciones juveniles y, en el caso de Ibiza, ayer competían once equipos. A lo largo de toda la mañana, decenas de escolares, a menudo acompañados de sus padres, estaban en constante ajetreo, pues quienes no estaban realizando el circuito sobre alguna de las mesas de competición estaban poniendo a punto sus robots. Los seguidores de cada equipo -que estaba formado por entre cuatro y diez jóvenes, por lo general- eran vitoreados desde las gradas por sus compañeros de colegio y por sus padres.

El responsable de la organización en Ibiza y miembro de la Asociación de Robótica y Domótica de España (ARDE), Vicent Torres, explicaba que los pequeños coches son un conjunto que incluye un pequeño ordenador donde se programan previamente los movimientos que ha de hacer sobre la pista, así como un sensor de contacto, otro de sonido y otro de ultrasonidos. El sistema propulsor es un par de motores eléctricos alimentados por baterías.
Lego es la palabra que lo inunda todo, pues todos los elementos tanto del robot como del circuito han de ser de esta conocida marca, que ha traspasado el ámbito del juguete para internarse en la tecnología.

Emoción al máximo
El momento de máximo clímax llegó con la prueba entre los finalistas: Mestral y Can Coix 1. El nerviosismo era patente tanto entre los jóvenes competidores como entre sus seguidores, que les jaleaban de forma frenética. Hubo dos mangas, la primera de las cuales pareció dar ventaja al Mestral, pero finalmente se impuso Can Coix 1, que se alzó con el premio al mejor robot, y por ello asistirá en febrero a la prueba que tendrá lugar en Barcelona.

Pero la prueba sobre pista no fue la única ni, tal vez, la más importante que se incluía en el torneo de ayer. Los equipos debían presentar también un trabajo científico -en esta ocasión, sobre transporte-, referido a Ibiza. Estos trabajos no eran los típicos ´deberes´ superficiales que los estudiantes despachan como pueden. Por el contrario, algunos eran auténticos proyectos dignos de gabinetes de urbanismo e ingeniería. Así, el colegio Mare de Déu de les Neus, de Sant Jordi, presentó uno que proponía la implantación de un nuevo sistema de movilidad para Ibiza, con tranvías -una línea para la avenida de Ignasi Wallis y otra para Isidor Macabich-, una red de taxis-bici, el alquiler de bicicletas en la ciudad, una línea de microbuses y servicio de intercambio de coches. «Han sido muchas horas de trabajo», afirmaron Alba Ribas, María Martí y Nerea Prous, algunas de sus autoras. El entrenador del equipo del colegio Mistral admitió, por su parte, que sus chavales «se han quitado horas de recreo para preparar su proyecto», que consistía, nada menos, en la implantación de un tren de alimentación magnética para Ibiza. Lo bueno del caso es que este trabajo no puntúa académicamente.

Sin embargo, el ganador del premio al mejor proyecto científico fue para el Espai Jove es Fornàs. Raúl Carrasco, uno de sus autores, indicó a este periódico que consiste en un autobús ecológico, propulsado con energía solar y batería eléctrica, de proporciones más espaciosas que los habituales. Este equipo viajará también a Barcelona para el siguiente torneo. También hubo premios para Mare de Déu de les Neus, Mestral, Sa Colomina 2, Can Coix 2 y Casal de Joves. El conseller de Política Empresarial, Joan Serra Mayans, aseguró que el Consell volverá a organizar este acto el próximo año.

 

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